GESTIONA TUS CONTRASEÑAS

Las contraseñas son las llaves de nuestras cuentas, correos y, en general, a todos nuestros servicios e información personal. Por ello, es necesario saber gestionarlas y guardarlas con cuidado.

Para evitar riesgos debido a una mala gestión:

• No compartir tus contraseñas con nadie. Cuantas más personas conozcan tus contraseñas, más probabilidades hay de que se difunda sin querer.
• Asegúrate de que son robustas. Cuanto más complicada sea, más difícil será de descifrar. La regla general es que una contraseña no puede contener menos de 16 caracteres. Cualquier contraseña menor de eso se puede descifrar en menos de un año.
• No repetir contraseñas en distintos lugares. Al igual que no debes compartir tu contraseña a nadie, si la usas repetidas veces en internet, será más probable de que alguien la encuentre e intente descifrarla.
• Cuidado con las preguntas de seguridad. En caso de que vayas a usarlas, debes tener muy claro cuales serán tus respuestas y que vayas a recordarlas.
• Utiliza gestores de contraseñas. Estas son muy útiles si no eres capaz de recordar las contraseñas o utilizas muchos servicios. 

Ahora bien, ¿como podríamos crear contraseñas robustas?

Pues bien, primero deberíamos asegurarnos de que su longitud sea de 16 caracteres, como ya hemos dicho antes. Ahora bien, para mejorar esta medida, debemos combinar letras minúsculas, mayúsculas, números y símbolos. Esto es ya que las contraseñas se suelen pasar al sistema sextagesimal, el cual tiene más datos para cada caracter de nuestro abecedario y números.

Tampoco debemos usar palabras sencillas, nombres propios, lugares, fechas, etc. En general, nada reconocible ni común.

En cuanto a las preguntas de seguridad, son útiles en caso de perder u olvidar la contraseña. No obstante, son muy sencillas y cualquier persona que nos conozca minimamente o tenga suficiente información de nosotros podrá superarlas con facilidad. Por esta razón, debemos usarlas nunca.